Una generación para soñar

El Proinsermant CAB Estepona finaliza el Campeonato de España de Clubes en categoría Minibasket Femenina en cuarto lugar, el mejor puesto para el club en un nacional, poniendo el broche de oro a un gran año

 

Érase una vez un grupo de amigas de un municipio de la Costa del Sol -grande, pero lejos de las capitales de provincia- que se permitieron la licencia de soñar haciendo lo que más le gustaba: disfrutar en una cancha de baloncesto. Como no conocían límites, éste estaba en lo más alto para ellas. Así, se enfrentaron a gigantes de capitales lejanas y mucho mayores, pero eso no importaba para ellas. Paso a paso fueron avanzando hasta encontrarse con las mejores de España, pero no empecemos el cuento por el final…

El camino formativo de estas pequeñas grandes guerreras, a pesar de tener tan solo 12 años, comenzó años atrás, cuando apenas -o sin el apenas- sabían botar el balón. Pero el veneno de la pelotita naranja ya corría por sus venas. La pasada temporada comenzaron, junto a sus entrenadores, Vicky y Juanma, un camino que ni ellas sabían a dónde les llevaría, pero del que iban a disfrutar cada momento. El gen competitivo del grupo era tal que iniciaron la temporada doblando categoría, compitiendo (y ganando) incluso a equipos más mayores y desarrollando un baloncesto que les llevó a proclamarse campeonas de Andalucía con apenas tres derrotas en la temporada a nivel regional. Y así, llegaron al Campeonato de España de Clubes.

Natalia, Luana, Sandra, Uxue, Laura, Adriana, Paula, Sara, Carmen, Valeria y Sira. Ellas no sabían lo que era jugar un torneo así -era la primera edición a estas edades-, pero era algo que tenían normalizado pues habían visto a sus referentes, el resto de equipos de club, disputarlos con asiduidad en las últimas temporadas. Y así, asumieron lo extraordinario como algo habitual.

Y así, volvieron a San Fernando, donde apenas unos días antes se habían proclamado el mejor equipo de Andalucía, con una mochila llena de ilusión y ganas de disfrutar jugando al baloncesto. El sorteo las emparejó con Real Grupo Cultural Covadonga (88-38), Club Josefinas Trinitarias (67-17) y el conjunto gallego de CB Brión. Paso a paso, dando lo mejor de sí y disfrutando sobre el parqué y en los ratos lejos de él, llegaron al último partido de la fase de grupos clasificadas y enfrentándose a las subcampeonas de Galicia, que necesitaban ganar para avanzar a octavos de final. La victoria fue para las del Proinsermant CAB Estepona (72-32), pero lo mejor que ganaron ese día fue un grupo de amigas con las jugadoras de ese pequeño concello de menos de 7.000 habitantes de la otra punta del país, que se convirtieron en seguidoras incondicionales.

Así, casi sin darse cuenta, estaban entre los 16 mejores equipos del país en su categoría, entre risas, carreras y horas disfrutando -y trabajo, claro, porque aunque pueda ser casi un juego, hay mucho detrás-, con un grupo de padres detrás sacrificando horas de sueño, días de vacaciones y haciendo muchos kilómetros por ellas. Se midieron entonces al CN Helios, campeón aragonés. Y también ganaron, 68-32, porque como leyeron al principio de este cuento, ellas no conocen sus límites y eso les permite soñar con todo. No tuvieron su mejor día, pero les bastó. Y también les sirvió para aprender. Y ahí estaban ahora, el último sábado del mes de junio, mucho tiempo después de comenzar este viaje, enfrentándose a Baloncesto Torrelodones, una de las mejores canteras de Madrid. Pero, ¿sabéis qué? Efectivamente, ellas no estaban dispuestas a que ése fuera su techo y querían quedarse en San Fernando hasta el último día del Campeonato. Y lo consiguieron. Victoria por 53-60 y clasificadas para unas semifinales.

Semifinales de un Campeonato de España. Una frase que se dice rápido y para muchos podrá parecer lo habitual. Pero no. Lo extraordinario es llegar a esas cotas, porque no hay que olvidar que son un grupo de amigas unidas por una pasión, pero que lograron derribar una barrera que ni siquiera sus referentes, las mayores del club, habían conseguido antes: estar entre los cuatro mejores equipos del país.

Entonces llegaron los gigantes de verdad -en algún caso de manera literal- y es que el Proinsermant CAB Estepona se encontraba rodeado por tres canteras de Liga Femenina, la máxima categoría del baloncesto femenino nacional, y habituales en estas lides. CB Islas Canarias -el club con más títulos de España-, Valencia Basket y el que sería el rival de estas pequeñas grandes guerreras: el Barça CBS.

Las Minicracks, a pesar del resultado (75-43), plantaron cara a un equipo muy superior en lo físico y que, además, sabía jugar a las mil maravillas -por ello acabaron levantando el título el domingo-. El conjunto catalán se llevó los seis sextos, pero la realidad fue que, salvo por un duro parcial en el tercero de ellos, se jugó de tú a tú, demostrando lo bien preparado que tenían en partido y que, efectivamente, ellas no iban a amilanarse ante nadie. Fue la cuarta derrota en una larga temporada, lo que demuestra el buen hacer de este grupo, que apenas unos minutos después de quedarse sin la final ya se había secado las lágrimas y disfrutaba junto a la afición desplazada antes de cambiar el chip para centrarse en el último partido de la temporada.

 
 
 
 
 
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El último episodio de esta temporada, el ‘monstruo final’, no sería otro que Valencia Basket, otro gran plantel, con jugadoras físicamente mucho más desarrolladas, pero al que había que tener únicamente respeto, no miedo. Las Minicracks del Proinsermant CAB Estepona, eso sí, no tuvieron el mejor comienzo de partido (1-20), quizás por el cansancio acumulado del campeonato o porque el tanque de gasolina estaba ya en reserva tras un largo año. Lejos de bajar los brazos y pensar que eso se había acabado ahí, no solo plantaron cara los 40 minutos restantes, sino que durante muchos de ellos fueron superiores. Al final, 57-75 y un cuarto puesto del que sentirse muy orgullosas, de gran valor, pero que seguro que, con perspectiva, se le dará mucho más.

Y este cuento no acaba aquí, porque ahora les toca descansar -solo un poco- y dar el salto a categoría infantil. Quedan seis temporadas por delante para seguir soñando.